Los acuerdos de concertación sanitarios son mecanismos para, fundamentalmente, reducir las listas de espera. Según los últimos datos de la Fundación IDIS, el 42 por ciento de los hospitales privados tiene algún concierto con la Administración Pública. Por comunidades, Cataluña, Madrid y Canarias son las regiones que destinan un mayor porcentaje de sus presupuestos para la salud a conciertos con la sanidad privada. Estos conciertos entre la pública y la privada representan el 11,6 por ciento del gasto público.
Existen varios modelos de concertación asistencial. Por una parte están los que conllevan la responsabilidad asistencial de una población determinada y por otra, los que solucionan las llamadas "listas de espera". Entre estas últimas se distinguen dos modalidades fundamentales de concertación: la de carácter mayoritario es un modelo rígido, por el que el número de pacientes a enviar a los centros concertados se negocia a principios de año y es un volumen fijo que se delimita en función del presupuesto fijado y asignado al centro hospitalario; y el otro modelo, de aplicación reciente, es el de gestión flexible, en el que volumen de la concertación ya no es una cuestión fija sino que se establece en función de las necesidades de cada hospital público responsable de una determinada área asistencial.
Las concertaciones que conllevan áreas de responsabilidad asistencial pueden incluir o no la medicina primaria y pueden estar financiados por una cápita o bien por medición de actividad, aunque este sistema está ya en desuso. Aún existe algún modelo mixto de cápita y actividad independientemente de que se incluya o no la medicina primaria en el concierto.
La principal ventaja de la concertación es utilizar recursos de la red asistencial que de otra manera estarían ociosos para reducir las listas de espera o bien dar cobertura a una determinada población en la que no hay un Hospital público de referencia. Así se asegura en mayor medida el derecho a la protección de la salud. Entre los centros sanitarios privados con concierto con las Administraciones Públicas, predominan los conciertos sobre la reducción de las listas de espera (42%), seguido de los conciertos de pruebas diagnósticas (35%) y de asistencia general (26%).
La colaboración público-privada es una herramienta eficaz para introducir las reformas que el sistema sanitario reclama
Ahorro para el sistema
Al margen de la reducción de las listas de espera, hay muchas otras ventajas en la concertación, como explican desde el Grupo Ribera Salud. “Este sistema de gestión aporta eficiencia y ahorra recursos al sistema sanitario público, reduciendo el gasto per cápita en el entorno del 30%. Además, permite reducir las listas de espera de 40 a 20 días en primeras visitas y, de 100 a 40, en intervenciones quirúrgicas. El porcentaje asignado a gastos operativos es sensiblemente inferior y la estancia media de un paciente ingresado en este modelo también es más ajustada, contribuyendo a generar el ahorro que se le atribuye. Estas son las primeras conclusiones que extrajo la Universidad de Berkeley (EE.UU.) del estudio que está realizando y que no tardaremos en ver publicado”.
En España, el 48 por ciento de los centros sanitarios privados ha reducido su volumen de concertación con la sanidad pública en el último año y uno de cada tres dice haber sufrido una bajada de las tarifas en esos conciertos, lo que hace que para más de la mitad, esta actividad apenas represente ya el 25 por ciento de su facturación, que en cambio cada vez depende más de la colaboración con compañías aseguradoras. Son datos del último informe de gestión hospitalaria 2016 realizado por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) y Deloitte.
En cuanto a la evolución de su volumen de concertación, el informe muestra como sólo el 22 por ciento de los centros privados dice haber aumentado su actividad, el 30 por ciento la mantiene y hasta un 48 por ciento, ha reducido sus conciertos. De hecho, de estos últimos hasta un 22 por ciento dicen haber reducido los conciertos en más de un 20 por ciento. Además, el 35 por ciento de los centros señala que las tarifas de esos conciertos han bajado en el último año, con una caída de más del 10 por ciento, en el 8 por ciento de estos casos.
El 'Modelo Alzira', un referente
Entre los inconvenientes de este modelo, se apunta a veces, a que los centros concertados tienen recursos inferiores en términos de calidad de la atención, lo que no es cierto ya que la cartera de servicios en una concesión sigue los mismos criterios asistenciales que en cualquier otro hospital público, adscritos todos ellos a los criterios de planificación sanitaria que marcan las Administraciones Públicas, subrayan desde Ribera Salud. “En este sentido, los hospitales concesionales derivan menos pacientes graves y complejos a hospitales de referencia. Los Acuerdos de Gestión que anualmente realiza la Conselleria de Sanidad demuestran que resolvemos muchos más casos que en otros hospitales de nuestro mismo nivel y con una eficacia igual a la de los centros de referencia y derivando tan sólo aquellas patologías que por ordenación y planificación sanitaria (trasplantes, quemados, etc.) han de hacer los grandes centros. Sobre los recursos y el equipamiento, hemos invertido más de 600 millones de euros en todos los Departamentos de Salud que gestionamos (La Ribera, Vinalopó, Torrevieja y Denia) lo que refleja que la colaboración público pr ivada es una herramienta eficaz para garantizar el Estado de Bienestar”, apuntan desde el grupo sanitario valenciano.
Modelos como el del Hospital Universitario de La Ribera (Alzira) han marcado un precedente en la gestión sanitaria al responder a las necesidades del ciudadano, a las expectativas de los profesionales y a los requerimientos de la Administración
Para este grupo empresarial de gestión sanitaria, líder en el sector de las concesiones administrativas sanitarias en España, la colaboración público-privada se presenta como una herramienta eficaz para introducir las reformas que el sistema sanitario reclama y cuyos objetivos son: crear valor público, es decir, una asistencia sanitaria de calidad para los ciudadanos; la responsabilidad económica, es decir, la sostenibilidad del sistema y, en tercer lugar, una atención altamente especializada aplicando las mejores prácticas mediante el uso de la tecnología y la excelente coordinación entre los distintos niveles de asistencia.
Más del 90 por ciento de la actividad asistencial que se realiza en los hospitales del Grupo Ribera Salud, es de la población del área. “El otro 10 por ciento es de pacientes que libremente eligen nuestros centros y de un modo marginal atendemos a pacientes que han sufrido accidentes laborales, de tráfico o que proceden del modelo MUFACE”.
Entre todos los modelos de colaboración público privada presentes en sanidad, el llamado 'Modelo Alzira' ha marcado un antes y un después en el panorama sanitario nacional e internacional por su modelo de integración. “Tanto es así que hasta la Universidad de Harvard presentó en 2015 el modelo de gestión que hemos desarrollado en el Hospital Universitario de La Ribera (Alzira) como business case study. Con él fuimos pioneros en España en 1999 y tras 17 años de experiencia, se ha extendido a otras comunidades autónomas y países”, recuerdan. “Es un modelo de éxito que ha marcado un precedente en la gestión sanitaria porque responde a las necesidades del ciudadano, a las expectativas de los profesionales y a los requerimientos de la Administración, quien mantiene su capacidad de planificación y control de la calidad asistencial. El elemento fundamental sobre el que reposa la base del modelo es el concepto del pago capitativo, que se utiliza por primera vez como modelo de financiación en un Sistema Nacional de Salud y que incluye una fórmula trasferencial de desplazados ventajosa para la Administración. Este sistema financia la salud y, por ello, obliga a alinear los objetivos del financiador (Administración) con la organización que siempre buscará conseguir el mejor estado de salud de la población”.
Como recuerda el estudio “Sanidad privada, aportando valor: Análisis de la situación” de la Fundación IDIS, la actividad asumida por la sanidad privada, contribuye y ayuda a la consecución del cumplimiento de los objetivos sanitarios del sistema público como la reducción de las listas de espera, al tiempo que permite completar las expectativas de los profesionales y fidelizar su contribución al sistema sanitario, generando puestos de trabajo y capacidad de atracción económica del país.
Consorcios Sanitarios
El modelo de Consorcio es el que rige en el Hospital San Juan de Dios del Aljarafe situado en Bormujos, localidad de Sevilla, desde donde se presta servicio a los usuarios de la comarca del Aljarafe, a través de un modelo de gestión que en 2016 cumple trece años de actividad. Otros ejemplos de este modelo de concertación se dan con gran relevancia en Cataluña.
Un consorcio surge por la agrupación de varias empresas con el objetivo de desarrollar una actividad, aunque cada empresa o institución integrante, mantiene su autonomía e independencia. Pero gracias a estos acuerdos se pueden concretar inversiones y llevar a cabo obras que, por separado, ninguna compañía podría ejecutar. De ahí que los consorcios aporten ventajas competitivas ya que los gastos y los costos son compartidos por sus participantes, facilitando el cumplimiento de los objetivos financieros.
En 2003, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía autorizó la creación del Consorcio Sanitario Público del Aljarafe con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios para ofrecer asistencia sanitaria especializada a la comarca sevillana del Aljarafe y pueblos limítrofes. Esto supuso la integración de este Hospital en la red del Sistema Sanitario Público de Andalucía y su consiguiente sujeción a las directrices de calidad y continuidad asistencial fijadas por la Administración sanitaria autonómica.
El Consorcio constituye una entidad jurídica pública, de carácter asociativo y voluntario, con personalidad propia e independiente de las dos entidades que lo forman. Se rige por las disposiciones de sus propios estatutos y por la reglamentación interna dictada en el desarrollo de los mismos, así como por las disposiciones legales de carácter general que le sean aplicables, en especial por el contenido de la Ley de Salud de Andalucía. El Consorcio cuenta con un Consejo Rector como órgano superior de gobierno formado por ocho miembros designados por las dos entidades que lo integran.
Intensa actividad asistencial
“Una gestión participativa ha hecho del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, un centro maduro, ejemplar, donde la atención integral y el trabajo en equipo han dado resultados de excelencia. El esfuerzo de nuestros colaboradores, en sinergia con los valores de nuestra Institución hacen posible la atención a 10.000 ingresos/año con 55.000 estancias. Su apuesta por la accesibilidad y el cumplimiento de los decretos de garantía ha propiciado que se realicen12.000 intervenciones y que en urgencias superemos las 100.000 por año. Y con unos ciudadanos altamente satisfechos”, subraya Joseba Barroeta, gerente del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe.
El Hospital San Juan de Dios del Aljarafe cerró 2015 con una intensa actividad asistencial que se tradujo en la atención a 99.631 pacientes en Urgencias, 9.653 pacientes ingresados con un total de 53.751 estancias o 175.833 aljarafeños atendidos en las consultas externas del centro. Con respecto al área quirúrgica durante 2015 se realizaron 10.175 intervenciones programadas, urgentes y de cirugía mayor ambulatoria.