Por ello, ASPE puso al servicio de sus asociados su propia Plataforma online de generación de recetas (www.recetasprivadas.com), gracias a la cual se pueden emitir de forma fácil y rápida recetas válidas en cualquier oficina de farmacia y que cuentan con todos las medidas de seguridad necesarias.
En la actualidad, usan esta Plataforma más de 50 hospitales asociados, algo que les permite la emisión sencilla y segura de recetas para sus profesionales, de acuerdo con la legislación vigente en cuanto a formato, dificultad de falsificación y comprobación por las oficinas de farmacia. Además incorpora los más altos cánones de seguridad de la información de acuerdo a la LOPD y permite en todo momento el control de las recetas emitidas.
Hemos querido entrar a valorar este asunto con dos expertos en la materia, Luis de Palacios, Presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y Jesús Aguilar, Presidente del Consejo General de Colegios de farmacéuticos.
Luís de Palacios, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE)
Desde enero de 2013, las recetas médicas privadas deben ajustarse al formato establecido por el Real Decreto 1718/2010… ¿Por qué fue necesaria esta medida?
Regular un formato para las recetas, sobre la información mínima que debe contener, era una necesidad de seguridad importantísima para profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, farmacéuticos) y sobre todo, pacientes. Ya no vale improvisar una receta en una servilleta de cafetería. El sacrificio de libertad formal que le supone al prescriptor está justificado con creces por la seguridad que ahora implica.
¿Qué ventajas supone para las farmacias este tipo de recetas?
Son muchísimas, dan para un par de folios. Desde superar el cliché de la letra de médico, hasta comprobar exactamente la pauta prescrita, y pasando por una delimitación de la responsabilidad derivada de la dispensación, que cuando la receta adolece de cualquier vicio formal, es exclusiva del farmacéutico como último dispensador.
La normativa establece sanciones de entre 6.000 y 30.000 euros por emitir recetas sin el formato oficial… ¿Se siguen emitiendo muchas aún en el formato no reglamentario?
Ahora ya ha bajado drásticamente este problema. Pienso que en lo residual, pueda deberse a que unos pocos médicos con cierta edad y con consulta privada les cuesta adaptarse a los cambios en general, porque ahora ya no supone un grave problema. Lo que sí está ocurriendo al menos en Madrid es que pacientes acuden a las farmacias con informes clínicos que incluyen pautas y solicitan la medicación sin una receta.
¿Qué proceso sigue el farmacéutico para la dispensación de medicamentos?
En general se sigue un proceso profesional referido en las guías de buenas prácticas que publica el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos y en las que desarrollan el resto de colegios, que incluye la comprobación de la receta, del paciente, y del conocimiento que éste tenga sobre su medicación. En cuanto al formato, hay novedades por la cantidad de información que debe incluir la receta, y por las medidas técnicas de identificación unívoca de la misma (un número de serie o talonario, verificable). Hoy una receta totalmente cumplimentada deja muy poco espacio a la interpretación o adaptación del tratamiento.
¿Qué papel juegan las Farmacias en cuanto a información y formación en este sentido?
Siguen jugando el papel principal de cara al paciente, al que se le refuerza la importancia de que se trate correctamente por medio de la dispensación. Es el profesional sanitario más accesible y por tanto más utilizado por el paciente.
Además, cuando el sistema, por burocrático, impide al paciente acceso a la medicación, como requisitos de visados mal hechos, ciertas prescripciones por médico no especialista, vencimientos ajustados de validez de la receta con abastecimiento tardío de la medicación, y un largo etcétera, el farmacéutico es la cara última del sistema con el paciente, y sea cual sea la solución que adopte, es bajo su responsabilidad.
Cuando algo no funciona para el paciente, es frecuente que la culpa se la pueda atribuir al farmacéutico.
¿Qué valoración hace de la Plataforma que diseñó en su momento ASPE de recetas privadas?
Solo la propuesta de disponer de receta electrónica privada es en sí algo de agradecer por mi parte. El uso de las TIC para dar mayor seguridad a nuestro trabajo, reducir la carga burocrática y los costes asociados, tal y como pretende ASPE, coincide plenamente con la visión de FEFE.
Tenemos que implicarnos todas las instituciones profesionales y empresariales para hacer realidad un proyecto así, mejorando en lo posible aspectos de su versión actual, porque ya es técnicamente posible, y además es barato.
¿Qué ventajas está suponiendo para las Farmacias este sistema en concreto?
Permite comprobaciones reales de la validez de la receta. Supone un ahorro de papel. Facilita una eventual comunicación con el prescriptor. Potencialmente creo que se pueden llegar a resolver cantidad de tareas propias del farmacéutico que no aportan valor al paciente aunque sean necesarias, como la llevanza automática del libro de recetario o el de estupefacientes.
Además, se podrá mejorar la labor, el día que se estandarice un historial clínico del paciente, y se comparta entre los profesionales, bajo autorización del titular que es el paciente, para que todos los que intervengamos podamos imputar la información a dicho historial.
La dispensación de recetas electrónicas privadas debería poder alimentar automáticamente esa ficha. En definitiva, se trata de avanzar para que las máquinas preparen la información y los sanitarios dispongan de tiempo para dedicarse al paciente.
Jesús Aguilar, Presidente del Colegio General de Colegios de Farmacéuticos
¿Ha sido muy laboriosa la implantación de la receta electrónica?
Estamos ya cerca de alcanzar el 100% de receta electrónica en las farmacias comunitarias españolas, pero debemos recordar que son más de 10 años de implantación y ha sido un camino largo de esfuerzo e inversión por parte de los profesionales farmacéuticos con el apoyo y soporte de la Organización Farmacéutica Colegial.
Una apuesta por la Receta Electrónica —siendo pionero en su implantación el Colegio de Farmacéuticos de Sevilla— que contribuye de manera inequívoca a prestar un mejor servicio farmacéutico al ciudadano, a dotar de mayor eficiencia al Sistema Sanitario y, en definitiva, a construir Marca España. De hecho, estamos a la vanguardia europea y prueba de ello es la participación de España en el pilotaje de la e-receta a nivel europeo.
Ahora bien, no podemos olvidar la importancia y necesidad de la interoperabilidad de la Receta Electrónica. De momento, ya se han realizado las pruebas piloto de interoperabilidad entre dos comunidades autónomas —Extremadura y Canarias— y deberá extenderse al conjunto del Sistema Sanitario.
¿Cuál es la sensación general entre los farmacéuticos respecto a este tipo de receta? ¿Qué ventajas lleva consigo?
En primer lugar, la prestación de un mejor servicio al ciudadano. La digitalización del proceso de prescripción y dispensación es ya un primer avance.
Pero como profesionales sanitarios no podemos conformarnos con ello y hemos de avanzar en usar la receta electrónica para optimizar la gestión de recursos y mejorar los resultados en salud de los pacientes, detectando interacciones entre medicamentos prescritos, evitando efectos adversos, haciendo un seguimiento de la medicación al paciente, etc.
La transformación digital implica mucho más que la simple digitalización del proceso. Me refiero a que la receta electrónica debe permitir el acceso del farmacéutico al historial fármaco terapéutico del paciente —siempre con su consentimiento previo e informado—, debe emplearse para detectar duplicidades, así como para potenciar la comunicación bidireccional médico-farmacéutico, entre otros muchos aspectos. Y en ello estamos trabajando desde la Organización Farmacéutica Colegial.
¿Qué papel juega el médico en esta implantación?
Un papel fundamental como prescriptor de los tratamientos que necesita el paciente. Y por ello incido en la importancia de la colaboración entre médicos y farmacéuticos para situar al paciente como verdadero eje de la actuación profesional y en el centro de la atención sanitaria. Por ello, se debe aprovechar la receta electrónica como un canal de comunicación más entre los profesionales sanitarios y propiciar el trabajo en equipo.
¿Qué ventajas supone para los pacientes este nuevo tipo de receta?
Los resultados obtenidos en los estudios realizados hasta la fecha pueden variar entre unas comunidades autónomas y otras, dependiendo lógicamente del grado de implantación de la receta electrónica. Pero todos apuntan a una importante descongestión de las consultas, llegando hasta un 20% en Atención Primaria.
Descongestión que permite al médico un mayor tiempo de dedicación al paciente y a éste, le evita desplazamientos innecesarios al centro de salud, por ejemplo, ante aquellos casos de prescripciones de repetición.
La normativa establece sanciones de entre 6.000 y 30.000 euros por emitir recetas sin el formato oficial… ¿Se siguen emitiendo muchas aún en el formato no reglamentario?
Como sabe, la emisión de las recetas no nos corresponde a nosotros. Nuestra competencia profesional es la correcta dispensación. Y garantizar también que el medicamento dispensado es seguro y de calidad. Precisamente, estamos trabajando en la creación del Sistema Español de Verificación de Medicamentos. Un sistema en el que participamos todos los agentes del sector, centrado en la verificación y en la autenticación de medicamentos, y basado en la utilización de dispositivos de seguridad, es decir, con un identificador único.
¿Qué valoración hace de la Plataforma que diseñó en su momento ASPE de recetas privadas?
Mantuvimos una reunión recientemente con los responsables de ASPE con motivo de la plataforma de recetas privadas y, entiendo que la intención perseguida con la plataforma es buena, pero considero que la forma de llevarlo a cabo excede los planteamientos exigidos a los profesionales farmacéuticos, a quienes represento. Y así se lo hemos traslado a las autoridades sanitarias.
No obstante, esta situación no debe ser óbice para el entendimiento necesario y buenas relaciones entre el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y la Alianza de la Sanidad Privada Española . Debemos trabajar conjuntamente en una receta electrónica privada que sea de utilidad para todas las farmacias, sin discriminación alguna, de igual forma que estamos trabajando en materia de receta electrónica veterinaria, o con las mutualidades de MUFACE, MUGEJU e ISFAS.